Claveles y geranios:
Miro por la ventana y me pregunto qué ha pasado,
¿Quién me ha robado este verano?
Sin darme cuenta, estoy de vuelta a estos inviernos eternos y pesados.
¿Dónde está mi Mediterráneo?
Ese que, con su sol, dibuja el paisaje de los amados.
¿Dónde han quedado las sobremesas, los amigos y los lagos?
Ahora solo me quedan días cortos y mucho frío en las manos,
esas por las que el tiempo se escurre entre los dedos
y cae al suelo como las gotas de este cielo.
Gracias que tengo a quien me tape en las noches de invierno
y me cure este anhelo.
La vida es eso: apreciar lo que se tiene cuando ya ha terminado.
¿Volverán esos días de mar, olas y cielos soleados?
Ojalá que vuelvan,
pienso mientras miro por esta ventana de cielos grisáceos.
Mientras tanto, resistiré,
manteniendo la primavera infinita dentro de mis manos,
como lo hacen, floreciendo en pleno noviembre,
mis claveles y geranios.



Este es un espacio de trabajo personal de un/a estudiante de la Universitat Oberta de Catalunya. Cualquier contenido publicado en este espacio es responsabilidad de su autor/a.